La
mayoría de nosotros vivimos con mucha tensión, a causa del miedo o la manera en
la que lidiamos con el.
Tememos
que:
- algo malo vaya a pasar
- no valgamos lo suficiente
- no seamos queridos o amados
- vayamos a perder algo importante o querido
¿A
qué temes? ¿Por qué tienes miedo? ¿De qué maneras entra el miedo en tu vida?
Yo en mi kayak |
La
clave para estar con el miedo es contactar lo que está aquí ahora en nuestras
vidas, en vez de intentar evadirlo. La siguiente historia ilustra esta idea y
nos ayuda a entenderla.
Al navegar en kayak, uno puede toparse con los torbellinos en el agua. Este espiral de agua puede , con su rápido girar atrae a todo lo que esté flotando cerca y lo tira hacia abajo. Uno puede ahogarse al estar atascado en la fuerte corriente de agua. La única manera de liberarse del torbellino es sumergirse en el centro del espiral, llegando al punto más profundo, cerca del suelo. Al llegar al centro, al punto más profundo, se puede salir por la parte lateral del espiral.
Al navegar en kayak, uno puede toparse con los torbellinos en el agua. Este espiral de agua puede , con su rápido girar atrae a todo lo que esté flotando cerca y lo tira hacia abajo. Uno puede ahogarse al estar atascado en la fuerte corriente de agua. La única manera de liberarse del torbellino es sumergirse en el centro del espiral, llegando al punto más profundo, cerca del suelo. Al llegar al centro, al punto más profundo, se puede salir por la parte lateral del espiral.
Esto
se logra al hacer lo opuesto de lo que nuestros instintos nos dicen. Nuestro
instinto es salir del agua, luchar contra la corrienta para llegar a la superficie. Pero en este
caso, no funciona, porque el espiral sigue tirando hacia abajo. La clave es
dejar que nos lleve hacía el centro del espiral.
Es así con el miedo. Nuestros instintos nos dicen
que evadamos el miedo para poder ignorarlo o distraernos.
Es natural querer evadir la aparente fuerza del miedo, la sensación incomoda que se genera en nuestro cuerpo.
Sin embargo, la manera eficaz de relacionarse con el miedo es enfrentarlo con presencia.
Tenemos que contactarlo directamente. No hacemos esto si el miedo es el resultado
del trauma. Puede que sea demasiado agobiante. Si la situación se trata de
trauma, es preferible pedir que alguien te ayude con este miedo--un amigo, un
consejero, un terapeuta, un curandero. Puedes intentar encontrar un pensamiento que
te hace sentir miedo, un miedo no muy fuerte. En esta situación, déjate sentir
la sensación que surge. Respira con el miedo, llevando tu respiración hacía el
sitio dónde lo sientes en el cuerpo, convive con el miedo y las sensaciones que
son producidas por un momento. Al exhalar, deja que el miedo salga del cuerpo
hacia el gran espacio a tu alrededor, el océano de esta vida, la inmensidad del
universo. Ve al miedo saliendo, entrado en un espacio más grande.
Cuando navegamos en kayak en el mar, o en un
lago, podemos sentir que formamos parte de este gran espacio. Deja que el miedo
se disperse en este gran espacio. Cuando tomamos conciencia que formamos parte
del gran mar de la vida, tenemos la habilidad de relacionarnos con el miedo en
vez de evadirlo. Nos damos cuenta que somos extensos como el mar y no solamente las olas.
Más información disponible en: http://www.tarabrach.com/audiodharma-Spanish.html