Cada semana, espero que estas simples palabras les ayuden a encontrar paz y felicidad. Ya sea que vayan enfrentando sus temores, alivien el estrés y la ansiedad o lleguen a un punto de aceptación radical de uno mismo,
les ofrezco un espacio en el cual puedan tomar una pausa, respirar profundamente y fortalecer corazón y alma.
Bendiciones,
Tara

jueves, 26 de abril de 2012

Navegando en kayak: encontrado una manera de estar con el miedo


La mayoría de nosotros vivimos con mucha tensión, a causa del miedo o la manera en la que lidiamos con el.  

Tememos que:
  • algo malo vaya a pasar 
  • no valgamos lo suficiente
  • no seamos queridos o amados
  • vayamos a perder algo importante o querido

¿A qué temes?  ¿Por qué tienes miedo?  ¿De qué maneras entra el miedo en tu vida?

Yo en mi kayak
La clave para estar con el miedo es contactar lo que está aquí ahora en nuestras vidas, en vez de intentar evadirlo. La siguiente historia ilustra esta idea y nos ayuda a entenderla.


Al navegar en kayak, uno puede toparse con los torbellinos en el agua. Este espiral de agua puede , con su rápido girar atrae a todo lo que esté flotando cerca y lo tira hacia abajo. Uno puede ahogarse al estar atascado en la fuerte corriente de agua. La única manera de liberarse del torbellino es sumergirse en el centro del espiral, llegando al punto más profundo, cerca del suelo. Al llegar al centro, al punto más profundo, se puede salir por la parte lateral del espiral.

Esto se logra al hacer lo opuesto de lo que nuestros instintos nos dicen. Nuestro instinto es salir del agua, luchar contra la corrienta para llegar a la superficie. Pero en este caso, no funciona, porque el espiral sigue tirando hacia abajo. La clave es dejar que nos lleve hacía el centro del espiral. 

Es así con el miedo. Nuestros instintos nos dicen que evadamos el miedo para poder ignorarlo o distraernos. Es natural querer evadir la aparente fuerza del miedo, la sensación incomoda que se genera en nuestro cuerpo. Sin embargo, la manera eficaz de relacionarse con el miedo es enfrentarlo con presencia.

Tenemos que contactarlo directamente. No hacemos esto si el miedo es el resultado del trauma. Puede que sea demasiado agobiante. Si la situación se trata de trauma, es preferible pedir que alguien te ayude con este miedo--un amigo, un consejero, un terapeuta, un curandero.  Puedes intentar encontrar un pensamiento que te hace sentir miedo, un miedo no muy fuerte. En esta situación, déjate sentir la sensación que surge. Respira con el miedo, llevando tu respiración hacía el sitio dónde lo sientes en el cuerpo, convive con el miedo y las sensaciones que son producidas por un momento. Al exhalar, deja que el miedo salga del cuerpo hacia el gran espacio a tu alrededor, el océano de esta vida, la inmensidad del universo. Ve al miedo saliendo, entrado en un espacio más grande.

Cuando navegamos en kayak en el mar, o en un lago, podemos sentir que formamos parte de este gran espacio. Deja que el miedo se disperse en este gran espacio. Cuando tomamos conciencia que formamos parte del gran mar de la vida, tenemos la habilidad de relacionarnos con el miedo en vez de evadirlo. Nos damos cuenta que somos extensos como el mar y no solamente las olas.

Más información disponible en: http://www.tarabrach.com/audiodharma-Spanish.html

1 comentario:

  1. Gracias por este consejo,yo tengo siempre miedo al hablar ,y ser observada ,y criticada ,la gente es dura se burlan en tu propia cara es horrible,estoy ahora con una therapeuta ,me esta ayudando ,nunca es tarde ,tengo ya 44 .

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